Un error muy frecuente a la hora de lanzarnos al mundo online como profesionales en solitario o como empresas, es hacerlo sin tener claro para qué necesitamos y queremos hacerlo.
Hoy en día parece (y en el 99’9% de los casos ciertamente es así) que tenemos que estar en Internet porque todo el mundo está ahí. Por supuesto, es una buena razón para hacerlo, tanto si vendes un producto o servicio como si simplemente quieres promocionarte profesionalmente.
Un blog es una herramienta de comunicación online, sólo (?) eso ¿Verdad que cuando compras un abrebotellas es porque tienes o vas a tener una botella (sí, vale, o varias…) para abrir? Esto es, tienes una necesidad y buscas la herramienta adecuada para cubrirla ¿Por qué en el caso de un blog o de nuestra presencia online nos cuesta tanto entender esta progresión?
Un inciso… Te hablo de blog, pero en el caso de una web es lo mismo. De hecho, ya no hay web que se precie que no contenga un blog, entre otras cosas porque una web estática (es decir, sin contenidos que se muevan y actualicen frecuentemente) es difícilmente posicionable en los buscadores por mucho dinero que inviertas en campañas publicitarias. Por eso, en la actualidad, ya no se suele hablar tanto de web como de blog.
El blog es una parte de una web, pero acaba denominando al conjunto en la mayoría de las ocasiones. Al principio se creaban webs que luego intentaban adoptar la forma de blog o incorporaban uno. Ahora, en muchas ocasiones es al contrario, primero se crea un blog y después se le intenta dar una apariencia como de web. Ambos conceptos se han fusionado mucho.
No obstante, lo más habitual, y lo mejor en la mayoría de los casos, es crear una web que incluye un blog. Crear una web sin blog o incluir en ella un blog que luego sólo se actualiza de uvas a peras, sirve más bien de poco bueno y mucho malo, porque no posiciona en buscadores (con lo cual no cumple el cometido de darnos a conocer al mundo) y da más bien una mala imagen.
Después de este inciso necesario, seguimos…
Si quieres darte a conocer como profesional en Internet y gritar al mundo a qué te dedicas y cómo puedes ayudarle, no seré yo quien te diga que no tienes que tener un blog. Todo lo contrario: el blog es la herramienta más importante del marketing online.
Ahora bien, antes de lanzarte a crear un blog y de pasar a formar parte de la blogosfera, deberías tener claro, por lo menos, lo siguiente:
Índice del post
1. Cuál es tu principal objetivo.
Ganar prestigio como profesional mostrando lo que haces o sabes hacer, vender productos u ofrecer servicios, no es lo mismo y, aunque a veces podamos fusionarlo todo, conviene tener claro hacia dónde queremos focalizar nuestros recursos (tiempo, dinero y trabajo).
2. Qué resultados quieres obtener a corto, medio y largo plazo.
Marcarte micro objetivos te ayudará tanto a definir las acciones a llevar a cabo para alcanzarlos como a no perder el foco y evaluar el proceso para saber en todo momento si vas por el buen camino o si tienes que cambiar algo para poder alcanzar tu principal objetivo.
3. Con qué recursos cuentas.
No tenemos que renunciar a hacer cosas, aun cuando éstas parezcan imposibles, pero conviene ser realistas y saber de dónde partimos.
Si inicias un blog, pero luego no tienes tiempo o recursos económicos para mantenerlo (escribir y publicar periódicamente, responder los comentarios que dejan tus lectores, tenerlo técnicamente actualizado y optimizado, etc.), perderás todo lo que hayas invertido e incluso puede que más (sobre todo si hablamos de imagen…). Así que tenlo en cuenta antes de lanzarte.
Al tener un blog, adquieres un compromiso. Si tu no lo puedes cumplir, tendrás que contratar a alguien para que lo haga por ti (si no tienes tiempo o conocimientos técnicos, esto puede ser una solución, pero también es verdad que requerirá una mayor inversión económica).
4. Cuál será tu público objetivo.
No es lo mismo mostrarte como profesional para que te contraten, que vender productos o servicios, ni lo es vender zapatos de piel, coches de lujo o servicios médicos, por poner un ejemplo. Según lo que quieras hacer, tu público será diferente, tendrá intereses y necesidades diferentes, etc., por lo tanto, tendrás que hacer las cosas de manera que atraigas al público que te interesa y no a otro ¿entiendes?
5. Qué estrategia de comunicación seguirás.
Tener un blog no es únicamente empezar a escribir más o menos habitualmente y con más o menos gracia y ya está. Todo lo que escribas en el blog tiene que estar orientado a alcanzar esos micro objetivos que te comentaba antes y que son los que harán posible que alcances tu objetivo principal.
¡Ah! Y no todo es lo que escribes, sino cómo lo escribes y cuándo lo escribes. La frecuencia con la que publicas, el tipo de publicaciones que haces, el momento en el que lo haces, sobre qué, en qué tono… Nada de eso debe quedar en manos del azar, por lo tanto, deberías decidir estos temas antes de compartir tu blog en Internet.
Es realmente importante tener claras todas estas cosas antes de crear un blog, entre otras cosas, porque te serán útiles incluso a la hora de elegir el diseño de tu blog (tanto si has decidido que te lo hagan otros como si has decidido elegir y comprar una plantilla para hacértelo tú mismo). Lo que no decidas antes, te traerá problemas después.
Como te decía al principio, el blog es una herramienta extremadamente útil (incluso me atrevería a decir que indispensable hoy en día) para compartir contenidos, pero primero debes tener claro con qué finalidad quieres hacerlo.
Espero que estas líneas te sirvan para no cometer el error de lanzar un blog sin un objetivo claro en el futuro.
Por cierto ¿te he dicho que contesto todos los comentarios? ;)